Volver al futuro.

Lo se, está de moda. El aniversario “30” de la saga hollywoodesca “Volver al futuro” nos ha encontrado a todos quienes tuvimos la dicha de vivir conscientemente aquel lejano 1985 con miles de recuerdos y, ciertamente, con mucho de nostalgia.

Y es que la frase “todo tiempo pasado fue mejor” siempre podrá aplicarse mejor cuando ese pasado le encuentra a uno en el apogeo de su adolescencia. 14 primaveras adornaban nuestra vida cuando Michael J. Fox irrumpía en nuestras salas de cine con una película que, con el tiempo, se volvería un clásico mundial. La ‘futurista” cinta nos llevó en su momento 30 años en el pasado, primero, luego otros tantos en el futuro, para al final terminar regresándonos casi un siglo en el pasado. 

Hablar de lo que ya pasó siempre será mas fácil que imaginar lo que vendrá. Ha quedado claro en este famoso filme que pocos, muy pocos, pudieron adivinar cual sería nuestra realidad en el “lejano” 2015. Una cosa es acudir a eventos históricos y adaptarlos a una pantalla, que idear con certeza lo que sucederá mas adelante.

La película en mención no buscó nunca marcar un punto de inflexión en el pensamiento humano, tan solo entretener; sin embargo, hoy que finalmente llegó el mañana (según el filme el día en que los actores llegaban al “futuro” era el 21 de octubre del 2015) a mas de uno nos vienen las ganas de, por el contrario, volver al pasado. 1985, al igual que todos, fue un año muy especial. Seguramente el mundo vivía los mismos problemas y catástrofes que hoy, pero ante la mirada de un muchacho de 14 ciertamente todo tenía otro color.

Carros voladores, microondas mágicos, patinetas flotantes, teléfonos públicos, los Cubs campeones, la princesa Diana aún con vida, etc, superaron la imaginación de escritores/directores. No fue el caso con las películas en tercera dimensión e incluso las zapatillas auto-ajustables. Queda claro, sin embargo, que viajar 10, 20, 30 años o mas en el futuro nunca será posible sin correr el riesgo de quedar en ridículo en nuestras predicciones (si tenemos la dicha de ver llegar el día para comprobar las mismas). Hace 3 décadas lo único seguro que hubiéramos podido adelantar sería que la paz en el medio oriente seguiría siendo una utopía, que los humanos nos seguiríamos matando día a día o que, excepto Liga nadie ganaría todo en América para Ecuador. Todo lo demás pasaba a ser parte de nuestra imaginación.
En aquel 1985 aun seguíamos adaptándonos a nuestra nueva casa, a nuestra nueva vida, en nuestra querida casa de La prensa. En plena “edad del burro” vivir en una casa, parte de un condominio recién construido, en donde la posibilidad de comunicarse con el mundo exterior se circunscribía al teléfono de la tienda y/o una hora en bus, no resultó tan maravilloso como soñamos cuando dejábamos atrás las “incomodidades” de la vieja en la calle Imbabura. Tener nuestro propio cuarto y hacer nuevas amistades, novias incluidas, fueron haciendo menos traumática la experiencia.

Imaginar el futuro, por ese entonces, sólo se resumía en pensar que planes teníamos para la siguiente semana, quizás tener una línea telefónica en casa. Imaginar en aquel entonces que seríamos esclavos de un celular (apenas si hacíamos un par de llamadas por semana) o que a nuestros hijos (a lo mucho soñábamos con una) nos tocaría obligarlos a salir a jugar al aire libre (cuando a nosotros nos exigían entrar a la casa) no estuvo ni en nuestros libretos mas atrevidos. Dejar nuestra tierra querida y adoptar la gringa con cariño sincero tampoco fue parte del guión, pese a que a únicamente gracias a un “castigo” paternal no terminé viajando (y con toda seguridad quedándome) en la tierra del Tio Sam. Un supletorio en una materia de menor rango hizo que mi padre decidiera dejarme en Quito mientras mi tía hacía planes para mi en el norte. No sabré nunca que experiencias perdí en el camino, aunque sin duda estoy convencido de que difícilmente renunciaría a alguna de las que viví ya que cada una de ellas me trajo a la persona que soy hoy por hoy.

Como dijo el famoso doc Brown de la afamada película: “El futuro aun no ha sido escrito, asi que asegúrate de escribir uno bueno para ti”. Como padre, lo que nos queda es desear que sean nuestros hijos hagan lo propio con sus vidas, lastimosamente nadie aprende por experiencias ajenas, pese a que el ajeno sea el propio padre.

De mi parte, y aun corriendo el riesgo de equivocarme del medio a la mitad, me adelanto en dar una idea de lo que viviremos (si es que seguimos vivos) en un no tan lejano 2045:

1- Judíos y Palestinos aún no consiguen la paz.
2- La humanidad es aun mas esclava de la tecnología.
3- Volvimos a pisar la Luna y ya llegamos a Marte.
4- El reguetón es un mal recuerdo.
5- Aun suenan los Beatles en la radio (cual radio?)
6- La Liga permanece como el mas ganador en la historia de Ecuador.
7- La familia de Correa aun no regresa de Bélgica (ni siquiera de paseo)